Hace ya unos días que regresamos a la "Gran Ciudad", y todavía nos sorprende ver todo tan asfaltado y el aire tan seco. Se hace difícil coger de nuevo el ritmo tras las vacaciones,
y todavía tenemos en la cabeza los amaneceres del "Mar Menor", tranquilos como una balsa...
...las excursiones por el campo para espigar melones, con cuidado de no molestar a las abejas...
...los paisajes que nos trasladan al lejano oeste...
... o los oasis de cactus entre pinos...
...y siempre la vuelta a casa al atardecer para cenar de nuevo frente al mar...
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